¿Era Goya un disfrutador de la vida? Parece que sí, que efectivamente disfrutaba de la caza, de los toros, de la vida y sus placeres en general puesto que en algún momento lleva una conducta de cortesano bastante disipada, es cierto, pero ni más ni menos frívola, en principio, que lo acostumbrado en una posición social pública como la suya. Por tanto, si su carácter era también éste, habrá que convenir que tiene razón Robert Hugues cuando afirma que Goya “era además un epicúreo convencido, puesto que sabemos que le apasionaba todo lo sensorial: el olor de una naranja o de la axila de una niña, el aroma del tabaco y el regusto del vino, el ritmo palpitante de un baile callejero, el juego de luces sobre el tafetán, el muaré, el simple algodón; el arrebol expandiéndose en el cielo de una tarde estival o el pálido brillo de la culata de nogal finamente tallada de una escopeta. »
Y que como tal disfrutador, en su epicureísmo practicaba una doctrina de un paganismo típicamente laico y mediterráneo, práctico pero ligero, que buscaba sobre todo procurar el sosiego necesario para una vida feliz y placentera en la que los temores al destino, los dioses o la muerte quedaran definitivamente eliminados. Al fin y al cabo Epicuro proponía la realización de la vida buena y feliz y las relaciones amistosas entre sus correligionarios, lo que teóricamente es un equilibrio perfecto entre la mente y el cuerpo que proporciona la serenidad o ataraxia.
Cómicos ambulantes, 1794 (detalle) Madrid, Museo del Prado
Pero Goya no era siempre así, aunque ciertamente lo manifiesta con toda claridad en momentos muy concretos de su vida, como cuando ya en la cincuentena envía una carta a su gran amigo Martín Zapater entre el 12 y el 25 de diciembre de 1797, en la que muestra efusiva y gráficamente la gratitud de un grupo de amigos a Martín Zapater por su invitación a bebida, comida y a un balcón en la muy distraída Plaza Mayor de Madrid, con motivo de haber sido premiado en los sorteos del Real Empréstito.
La carta dice así:
Poderosissimo, generosissimo, y esplendidisimo Señor DonMartin Zapater.
Mui Señor nuestro, y de la mayor veneracion y respecto:
Envargados del aprecio, y de el reconocimiento a la vondosa
generosidad de vuestra merced y aun mucho mas de los
esquisitos manjares, delicados vinos, y suavisimos licores, con
que de orden suia hemos celebrado las felicidades, con que la
suerte ha favorecido su embidiable dicha, y fortuna, no
podemos dar a vuestra merced (como es de nuestra obligación,
que reconocemos, y confesamos) tan cumplidas, y espresibas
gracias quantas eran merecedor por su garbo, y esplendidez;
Quien podria pensar, ni discurrir, que un cutre que un caribe
como vuestra merced habria sorprehendido con tanta galanteria
nuestros animos, dispuestos (como tan interesados) á festejar, y
aplaudir sus dichas; nadie; y asi nos hemos exaltado a tal punto,
que la alegria casi a pasado a ser inmoderada,! que brindis! que
repeticion de Botellas,! que Cafée que plus Cafee:! que botellas!
que copas por el aire!: no hay mas que decir, sino que el christal
de la Casa se ha renobado; y a todas estas solo se oian las alegres
voces de, viva Zapater, que excelente hombre, que buen Amigo:
viva, y mas viba. Saque Lotes, y mas saque, a feé que tiene
berdaderos Amigos que se lo celebren, y den gracias a el Altisimo porque egercita con hombre tan digno sus vondades;
concluimos nuestra funcion con toda felicidad, y alegria, pero
que sorpresa tan nueba nos acomete en este instante! un criado
que trae un coche Simon, y un recado de parte del mismo Señor
que ha dado el convite nos tiene prebenido el Balcon sobre la
villa para que nos divertamos, y descansemos de las fatigas de la
celevridad, ó gran dia, dia feliz, en que se han aplaudido tantas
felicidades, tantas dichas y tantas generosidades; no lo sera
menor en el que reciba vuestra merced esta, como lo aplaudira,!
como lo celebrara,! y como confesara, que son verdaderos
Amigos suios y que no desean otra cosa que las satisfaciones de
vuestra merced, sus dichas y sus regocijos, estos son sus mas
agradecidos y atentos Amigos y Servidores Que Su Mano Besan. Servidos de Damas no de Zambombos.
… … …
Pasquas
Pedro de Garro [rubricado]
… … …
Francisco de tus Glorias ó de Goya [rubricado]
… … …
Pascuas
Julian Baquero [rubricado]
… … …
El ultimo congregante de los Putos
Santa Maria [rubricado]
… … …
Felices Pascuas: se las desea á vuestra merced muy de veras
¡O generoso Aragones! Su fino amigo
Francisco Diz [rubricado]
… … …
Pasquas
Josef Zamora [rubricado]
… … …
Pasquas y salud y salud para fundar esta obra pia.
Antonio Ferrer [rubricado]
… … …
Pasquas: Pasado en el serrallo de Musiu. Firma y re y [signo] en
testimonio de Verdad [dibujo de una cruz notarial]
Mrel Escorial [rubricado]
… … …
Todos Borrachos
El Rojete [rubricado]
… … …
Pascuas de Nicolasa Lazaro [rubricado] con su tortada como una
rueda de coche.
[Dibujo de un torso femenino de perfil con una trompa en la boca ].
… … …
que rico pastel dengila escelente
Josefa Bayeu [rubricado]
Carta a Zapater, entre 12 y 25 Diciembre 1797
Adornan la carta dos dibujos. Uno, de una figura femenina de perfil (Nicolasa Lázaro) que en la carta alaba el pastel de carne o huevos que le había tocado. Y otro una figura de espaldas, a cuatro patas en el suelo y mostrando ostentosamente su trasero desnudo. Tal y como afirma el propio Museo del Prado, propietario de la carta, “Se ha visto siempre como una figura de mujer, pero es en realidad masculina, por las formas musculosas de las nalgas, los muslos rectos y, sobre todo, el sexo que se aprecia bien entre las piernas. También el peinado lo indica, según la moda del pueblo de fines del siglo XVIII, con el pelo recogido en la parte de atrás como con redecilla, o su atuendo, con la camisa blanca levantada sobre la espalda y sus calzones bajados, descritos con rapidez en la línea horizontal que cruza los muslos, así como en los grandes y bastos zapatos. Zapater, el único espectador de la carta, debió de comprender el significado de la broma de sus amigos, tanto si hacía referencia, por ejemplo, al opúsculo de Francisco de Quevedo, no sabemos si muy conocido entonces, de Gracias y desgracias del ojo del culo. Era un periodo en el que Goya había estado especialmente interesado en el escritor español, cuyos Sueños inspiraron sus Caprichos.”
Nada predispone mejor para el buen humor como una buena bodega y una cocina más o menos delicada. Ciertamente, la descrita no era una comida diplomática en Viena, sino que los comensales, sueltos de lengua y pluma como resultas del vino, son gentes que parecen poco acostumbradas a lindezas, aunque sí son todos de muy buen diente. Y en la carta se respira nítidamente que aquello fue también, como diría Julio Camba, una juerga, una romería, un día de jolgorio y de bullanga en el que nuestro protagonista se organizó su día con los amigos dispuesto a comer, beber, cantar y bailar hasta el límite de su resistencia física. Semejante banquete es también el homenaje al generoso amigo en cuyo transcurso no hay sólo arte: hay una emoción sincera y cordial, que es la emoción del sol, de la sangre y del peligro, y hay también mujeres hermosas, con las frescas y encendidas mejillas tocadas por la mantilla clásica. Ya sólo falta, si algo ciertamente faltara, un buen puro y una siesta, ya que falla la corrida de toros, muy deseable para Goya pero imposible en el mes de diciembre madrileño.
Gonzalo de DiegoWas Goya an enjoyer of life? It seems that yes, that he actually enjoyed hunting, bullfighting, life and its pleasures in general as sometime takes a courtly conduct quite dissipated, is true, but neither more nor less frivolous, in principle, than usual in a public social position such as his. Therefore, if his character was also this, will have to agree that Robert Hugues is right when he says that Goya «was also a convinced epicurean, since we know that he loved all the sensory: the smell of an orange or the armpit of a girl, the aroma of tobacco and the aftertaste of wine, the pulsating rhythm of a street dance, the play of light on the taffeta, the moiré, the simple cotton; the glow to expand on a summer evening sky or the pale glow of the finely carved walnut butt of a shotgun.”
And that as such enjoyer in his Epicureanism practiced a doctrine of a typically secular and Mediterranean paganism, practical but light, that sought above all to ensure the necessary calm for a happy and pleasant life in which fears of fate, the gods or death were definitely eliminated. In the end Epicurus proposed the realization of good and happy life and the friendly relations between their co-religionists, which theoretically is a perfect balance between mind and body that provides serenity or ataraxia.
The touring comedians, 1794 (detalle) Madrid, Prado Museum
But Goya was not always like this, although certainly he states quite clearly in very specific moments of his life, as when already in his fifties sends a letter to his friend Martín Zapater between 12th and 25th December 1797, which shows effusive and graphically the gratitude of a group of friends to Martín Zapater for his invitation to drink, food and a balcony in the very distracted Plaza Mayor of Madrid, due to have been awarded in the tosses of the Real Loan.
The letter reads as follows:
Powerful, very generous and splendid Lord Don Martín Zapater.Dear Lord, and the greater veneration and respect:
Seized of appreciation and recognition to the kind generosity of your mercy and even more to the delicious delicacies, delicate wines, and super-soft liquors, that to your order have celebrated the congratulations, that luck has favoured your enviable happiness and fortune, cannot give your mercy (as is our obligation, that we acknowledge and confess) so fulfilled, and expressive thanks few were awarded by his panache, and sumptuously;
Who could think, or flow, that a seedy, a Caribbean as your mercy, would have surprised with such gallantry our encouragement, willing (as so interested) to celebrate and applaud your happiness; No one; and thus we have exalted ourselves to such an extent that joy almost has become immoderate! That toast! That repetition of bottles! That coffee plus coffee! Those bottles! That drinks to the air! There is no more say that the glass of the House has been renovated; and all these could only hear cheerful voices of hurrah Zapater, that excellent man, that good friend.
Hurrah, and more hurrahs. Release lots, and release more, faith that has true friends who celebrate it, and thank the Almighty because exercises with man so worthy his benefits;
We conclude our function with all happiness and joy, but what a new surprise rushes us at this moment! A servant who brings a Simon car and a memo from the same Lord who has given treat us has prevented the balcony over the town so we enjoy ourselves and rest of the fatigues of the celebrity, oh great day, happy day, they have been applauded so many congratulations, as many such and so many bounties; won’t lower that to receive your mercy, as will applaud him, as will held him! And as confession, that they are real friends and they don’t want anything other than the satisfaction of your mercy, his happiness and their joys, these are your more grateful and attentive friends and servers that kiss your hand.
Served of Ladies not Zambombos. Merry Christmas
Pedro de Garro (signed) Francisco de tus Glorias o de Goya (signed) Merry Christmas
Julián Baquero (signed) El último congregante de los Putos
Santa María (signed) Truly Merry Christmas to your mercy, oh generous Aragones! His fine friend!
Francisco Díaz (signed) Merry Christmas
José Zamora Merry Christmas and health, health to found this pious deed
Antonio Ferrer (signed) Merry Christmas. Last in the Seraglio of Musiu Signature and sign in testimony of the Truth (Drawing of a notarial cross)
Mrel Escorial (signed) All drunks
El Rojete (signed) Christams of Nicolasa Lazaro with her pie like a wheel (Drawing of an outline female torso with a tube in the mouth)
That rich cake of excellent eel.
Josefa Bayeu (signed)
Letter to Zapater, between 12th and 25th December 1797
Two drawings decorate the letter. One, of an outline female figure (Nicolasa Lázaro) that in the letter praises the cake of meat or eggs that had eaten. And the other is a figure on its back, on its fours on the floor and ostentatiously displaying its naked bottom. As it says the Prado Museum, owner of the letter, «It has always been seen as a figure of a woman, but is actually male, due to the muscular forms of the buttocks, straight thighs and, above all, sex can be seen well between the legs. Also the hairstyle implies, according to the fashion of the town at the end of the 18th century, with hair collected in the back as with a snood, or the outfit, with the white shirt lifted on the back and the panties down, described swiftly in the horizontal line that crosses the thighs, as well as in the large and coarse shoes. Zapater, the only viewer of the letter, must have understood the meaning of his friends joke, both if were referred, for example, the tract of Francisco de Quevedo, don’t know if well known then, Fortunes and Misfortunes of the Eye in the Ass. It was a period in which Goya had been especially interested in the Spanish writer, which Dreams inspired his Caprichos.»
Nothing predisposes better for good humour as a good wine cellar and a kitchen more or less delicate. Certainly, this described was not a diplomatic lunch in Vienna, but diners, free for tongue and pen as a result of wine, are people who look like non accustomed to niceties, though they have all very good discerning palate. And through the letter clearly breaths that it was also, as Julio Camba would say, a spree, a pilgrimage, a day of revelry and riot in which our protagonist was planned his day with friends willing to eat, drink, sing and dance to the limit of his endurance. This feast is also a tribute to the generous friend in which course there is not only art: there is a sincere and cordial emotion, that is the excitement of the Sun, the blood and the danger, and there are also beautiful women, with fresh and burning cheeks touched by classic mantle Just need yet, if something certainly missing, a good cigar and a nap, since is missing the bullfight, highly desirable for Goya but impossible in Madrid’s December.
Gonzalo de Diego
Carlos Bogdanich
Una vida como todo gran genio, protegido en esa época por unos pocos poderosos, pero inteligentes. Hoy la Inteligencia busca en el baúl de los recuerdos, la esencia de algo que está impreso en las almas sensibles y trascendentes.