Jacques CALLOT, nacido en 1592 en Nancy, Francia, y muerto en la misma ciudad el 24 o el 25 de marzo de 1635, es uno de los grandes grabadores de la historia aunque hoy sea prácticamente un desconocido para el gran público. Sus aportaciones, tanto en la técnica como en la temática, fueron más que notables y así se le tiene considerado hasta hoy día, influenciando en gran medida la evolución del grabado y la concepción de los temas a tratar, así como su muy personal manera de enfocar todos los asuntos.
Callot es uno de los aguafuertistas más importantes de todos los tiempos, y se sabe que realizó más de mil quinientos grabados. Muy joven, a los 12 años y llevado por una irresistible ambición de llegar a ser un gran artista, partió para Roma y Florencia, ciudad en la que realizó una larga serie de aguafuertes que viene a suponer una verdadera representación de la Commedia dell’arte. Con una técnica y una estética revolucionarias, muy personales, representa escenas de la vida con sinceridad y exactitud. Crea escuela “a la manera de Callot” y entra a formar parte de la corta nómina de los más grandes grabadores de la historia del arte.
En 1614 entra al servicio de Cosme II de Médicis y realiza, entre otros, sus Caprici di varie figure y la gigantesca Feria della Impunetta, una de las obras maestras del grabado. Hace de todo y triunfa en todos los órdenes.
En 1621, a la muerte de Cosme II, regresa a Nancy, capital del ducado de Lorena, en la que realizará en 1633 su obra maestra, Grandes Miserias de la Guerra, inspirada al menos en parte en el exterminio del pueblo, la desolación y la ruina tras la invasión de la Lorena decretada por Richelieu. Se trata de una terrible representación de las barbaridades realizadas durante la Guerra de los Treinta Años, perfectamente comparable por su calidad con los Desastres de la Guerra de Goya, a quien inspirará sin duda tanto en los Caprichos, como en los citados Desastres de la Guerra.
Grabado número 11 de la serie de 18, titulado The hanging (El ahorcamiento)
El final de su muy fecunda carrera sera igualmente notable, destacando su famosa Tentación de San Antonio realizada poco antes de morir en marzo de 1635.
Por otra parte Jacques Callot fue el primer artista en la historia del arte que, en lugar de glorificar el coraje , la fuerza, la muerte heroica y la guerra, prefiere representar el horror y las miserias de la guerra y habrá que esperar dos siglos hasta que Goya reprenda el tema de la guerra, bajo el mismo ángulo, así como considere a los pobres y desheredados como los auténticos protagonistas de la historia.
Mostramos, a manera de ilustración, una escena de sus Grandes Miserias de la Guerra (*), el grabado número 11 y un detalle del mismo en el que podemos advertir concomitancias dignas de ser subrayadas con el goyesco desastre 14 Duro es el paso! en el que Goya, como Callot, representa con auténtico patetismo la simultaneidad de la muerte y la presencia de un fraile, que intenta reconfortar espiritualmente a uno de los condenados.
GdD
Pepe Cerdá
Mi querido amigo: me ha gustado mucho este artículo. Sigo leyendo más abajo.